Una pequeña descripción

El grupo de Espeleologia de Getafe se creo en el año 1989. Desde entonces seguimos reuniéndonos en un local del ayuntamiento situado en la C/Titulcia nº 12 bajo, todos los miércoles a partir de las 21:00 horas, te esperamos, ya que aún nos queda cuerda para rato.

sábado, 21 de mayo de 2022

Travesía Torca de Tibia cueva Fresca (Asón - Cantabria)

 TRAVESÍA TORCA DE TIBIA CUEVA FRESCA

ASÓN
(Cantabria)
Los aventureros a la salida del sistema

Actividad: Travesía Torca de Tibia-Cueva Fresca
Fecha: 21/05/2022 
Lugar: Asón (Cantabria)
Participantes: Irene y Judith (Colectivo Piezo), Susana (Akelar) y Cristian (Geget)
Material: dos cuerdas de 70 metros, una cuerda de 56, una cuerda de 46 y material auxiliar por si acaso (maillones, burilador, dinema).

Breve descripción: 

La aventura comenzaría temprano, sobre las nueve de la mañana ya estábamos en el parking de los collados del Asón para empezar nuestra caminata, otros compañeros nos acompañaron hasta allí mientras preparábamos los bártulos, equipos y demás cosas.

Sobre las nueve y media de la mañana comenzamos a andar, aproximadamente en algo menos de un par de horas con mucha tranquilidad y calma nos plantamos en la Torca de Tibia, eso sí, el paseo es para disfrutarlo, ¡qué vistas del Mortillano, qué sombras de los hayedos y qué colorido de los campos! Un placer para nuestros sentidos.

Pues para dentro, fuimos superando las dificultades sin mayor problema, un primer pozo de 14 metros, andar un poco otro pozo de 9 metros y así, de repente, sin calentar el primer pozo de 85 metros, no da tiempo ni a sudar, el pozo nunca deja de impresionar, bajas totalmente volado la mayoría del tiempo y es espectacular y precioso, no tiene desperdicio.

El pozo lo instalamos con dos cuerdas, el primer tramo usamos una de 70 en doble, que con esta recuperaríamos la cuerda del segundo tramo del pozo, que esta también sería una de 70 metros. Importante unir la cuerda del primer tramo con la del segundo, dejando todo instalado en fijo.

Una vez a los pies del pozo de 85 metros, nos vamos de meandros, son algo incomodos pero tampoco una barbaridad, están bastante lavados y no te llevas enganchones en el mono, aparatos y cosas que llevas colgando, destacar que lo más desagradable es tener que estar manejando la saca por esos sitios. El meandro no tiene ningún perdida, es ir progresando por donde nos deja con mayor comodidad, por el resto de sitios directamente no te permite el paso, es así de selectivo nuestros señor meandro.


Después de otro meandro, el cual, no tiene nada que ver con el otro, mucho más cómodo aún y bajar un par de dificultades más llegaremos a la estrechez de Tibia. No es tan estrecho, se pasa sin mayor dificultad si se hace de forma correcta (por la parte de abajo, cabeza por delante y saca por delante). Lo más cómodo es pasar las sacas y ayudarse entre todos, así nos será tan complicado y así hicimos y resulto todo un éxito. Como apunte, de la estrechez luego se sale por la parte de arriba, veremos que ensancha por la parte superior y ese será el paso que hay que seguir para salir del final de la misma.

Esta estrechez nos deja en el pozo de 36 metros, con su péndulo característico y con su cuerda en fijo con dos nudos debido a los roces que ha sufrido al estar en fijo.

Estando la cuerda así, la mejor opción es poner tu cuerda, y así hicimos, pusimos la cuerda de 56 y así bajamos hasta el primer fraccionamiento, ahí ya utilizamos las cuerdas fijas que sí estaban en mejores condiciones, y desde ese primer fraccionamiento que nos deja un gran péndulo recuperaríamos la cuerda de forma limpia.

Seguimos con la ruta, y nos encontramos una rampa con desviador y un pozo de 8 metros y luego otro pozo de la misma altura. Este segundo pozo de 8 metros tenía la cuerda fija madejada en la cabecera, el estado de la cuerda era deplorable, se veía el alma de la cuerda, por supuesto no se nos ocurre bajar de esa cuerda en pésimas condiciones y ponemos nuestra cuerda para descender la dificultad.

Desde la galería de las pérdidas subimos el resalte pasamos unos desfondamientos y llegamos al resalte que nos deja en el segundo pozo de 85 metros. Este pozo en sus primeros metros es volado hasta la segunda cabecera y no parece que tenga unas dimensiones tan grandes como el primero, pero una vez que pasamos el segundo y último fraccionamiento que nos deja en el suelo se va abriendo y se ve las magnitudes del mismo.

Para descender este segundo pozo de 85 metros usaremos la misma técnica que hemos explicado anteriormente para el otro pozo de las mismas dimensiones.

Una vez todo el personal abajo picamos algo y nos vamos dirección agua, así que seguimos avanzando y llegamos a zona de ríos y agua que es espectacular.


Fuimos progresando sin dificultades y problemas hasta que en la segunda marmita el tornillo del spit del final de pasamanos que salva la marmita se parte, la pobre Susana acabó en el agua, empapada de arriba a abajo y sin ningún contratiempo más, ni golpe, ni dolor ni daños. El resto tuvimos que pasar con mucha delicadeza para no caer al agua, y así fue. Como dato, Susana ya se ha caído dos veces a una marmita, cuando era pequeña y ahora otra vez, como Obelix, así es claro jeje.

Seguimos por el río y en un momento nos encontramos con las cuerdas de subida que nos llevaran a la Diaclasa de los Parisinos, esta diaclasa también la pasamos sin mayor dificultad, después de pasar algún resalte, rampa, pozo, fotos y arrástranos un poco llegaremos a Cueva Fresca, saliendo al cañón rojo que después de subir una rampa nos deja en la Sala Rabelais que siguiendo los reflectantes nos llevará por su lado derecho.


Siguiendo por la quinta avenida empezamos a oír voces, serán los del curso de socorro nos preguntábamos y afirmábamos, pero luego nos dimos cuenta que eran nuestros compis, Pedrito, Gabri y Álvaro estaban allí, al encuentro con nosotros, pues…“Qué alegría que alboroto otro perrito piloto”, besos y abrazos también, como no.

Y ya juntos, en amor, algunos, y en compañía otros, salimos hasta la salida charlando y riendo.

Una vez fuera, Pedrito nos deleitó con una birras que saco de la saca, qué bien sentaron y qué detallazo por su parte.

Aún había luz del día aunque quedaba poca, y en media hora aproximadamente llegamos donde estaban los coches.

Un auténtico placer compartir con estas bellísimas personas estos momentos que tanto unen y tan buenos momentos nos hacen pasar.

Nos vemos en las cavidades.

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