Breve descripción:
Pues para Cantabria que vamos de nuevo en la furgo de Mario los cinco (Mario, Rua, Juanjo, Moni y yo), Asón nos espera y esta vez (que va a hacer mucho frío) vamos derechitos dónde Margari.
No está exento de aventura el viaje de ida, en el cual se nos augura nieve en el puerto de la Sía, pero nuestro intrépido conductor ávido de los esenciales elementos el fuego y la nieve, esta vez quiere vérselas con la segunda y poner a prueba los neumáticos de invierno.
En efecto hay nieve y hay nervios en el puerto de la Sia pero al final llegamos a destino sanos y salvos, nos cruzamos en la bajada con un 4x4 remolcado que no tuvo tanta suerte jugando con la nieve, una vez en destino cenamos y a descansar para la aventurilla del día siguiente.
El sábado amanece con los collados nevados y un espléndido sol; nos reunimos en Riva con el resto de los integrantes de la grupeta cuevera; David y Nacho de Akelar, ya todos juntitos en dos coches y tras llamar al 112 cómo es mandado, subimos por la pista hasta la finca dónde comienza la corta aproximación a la Torca.
Nos cambiamos y rodeando un poco la finca por el lado izquierdo empezamos la ascensión durante no mucho más de diez o quince minutos hasta llegar a la boca de la torca.
La primera sorpresa es que son 3 parabolts lo que hay para la cabecera de bajada y no llevábamos material para ello por lo que nuestro compi de Akelar instala con spit lo necesario para bajar el pozo, ayudado con un natural que monta Juantxy de un árbol como pasamanos hasta la cabecera. (Recomendación llevar para Parabolts, los spits están precarios)
El primer pozo es corto de unos 5 metros y bajas a la base del pozo, avanzando de frente a la derecha instala Nacho el segundo pozo aproximadamente de la misma tirada que el anterior y que nos deja con una amplia galería por delante nuestro por la cual continúa el recorrido habitual hasta la Ventana del Paraíso, la cual hay que traspasar para continuar a la derecha, atravesando una zona de gours.
Antes de ello podemos a la derecha visitar por una galería la puerta Árabe
Llegamos a la zona de la capilla, con preciosas columnas y una acústica estupenda para cánticos gregorianos o lo que se tercie.
La cueva es pequeña de unos 3km, esto hace que, aunque pueda resultar algo laberíntica en algunas zonas, nos podamos hacer con ella y recorrerla y disfrutarla sin problema.
Y después de esto a perderse por las pequeñas galerías. Fuimos hasta el Pasillo de Sandra y vuelta y cominos en la sala del derrumbe.
Investigamos bajando el pozo de 4m, pero esto ya daba a una galería gaterosa con mucho barro en exploración.
Intentamos volver por la zona del laberinto estrecho, pero nos acabamos pegando media vuelta haciendo caso del cartelito que reza a la entrada “Laberinto: te puedes perder” y pues…no teníamos ganas.
Salimos sin más problemas y de vuelta a dónde Margari cenamos con David, Patricia y Nacho que marcharon a casita tras la comilona.
Al día siguiente los cinco aventureros Gegeteños, acabamos en el túnel de la Engaña explorándolo en plan peli de los Goonies, con ganas de volver en otra ocasión para pasarlo entero o montar una rave dentro. (esto último es inviable, que se cae a cachos, por si algún fiestero lo lee y se viene arriba…)












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