Llegamos el viernes al Refugio de la Mola (también llamado Refugio Cova Cambra) para el que Inés y Cristian habían pedido las llaves para poder acceder con el coche. También se encargaron de los permisos para la visita de las cavidades al encontrarse en el parque natural de Els Ports. El refugio está en muy buen estado y tiene capacidad para 18 personas.
El sábado por la mañana organizamos material para ir a Avenc de Mamelots que se llama así por unas formaciones que parecen pezones. El material usado, por orden, fué: cuerdas 1x30, 1x60, 1x25 1x70, 30 mosquetones, 2 desviadores. Todos los anclajes son parabolt de 10 con chapa instalados en fijo.
Decidimos hacer la vía SIRE y la Schibi. La entrada es algo estrecha y tras ella hay un pasamanos que lleva a la cabecera del P34 que cae a la Gran Sala. Cristian iba instalando. ¿En esta cueva no se anda o qué? No, es casi todo cuerda. Seguimos descendiendo el resto de pozos y al llegar a la base comimos y fuimos subiendo. Felipe se inició con la desinstalación ayudado por Cristian. En la bifurcación de la vía SIRE y la Schibi fuimos a inspeccionar la zona y encontramos el trayecto que lleva a la sala del Castell y la sala Sire pero decidimos ir saliendo, que ya era un poco tarde, nos quedaba ascender los pozo de salida y eramos unas cuantas.
No era para tanto….Ya una vez fuera tras tomar el refrigerio de turno nos fuimos hacia el refu donde se encontraba Inés con Carlos Cantero, compañero del Club Tortosa, que estuvo con nosotros el resto de el fin de semana.
La mañana del domingo Nacho y Cristian bajaron al Avenc de Sabarín y los demás fuimos a visitar Cova Cambra. Despues Felipe y Eva emprendieron el camino a Madrid, no sin antes pararse en Montalban a hacer un trocito de una ferrata. Inés, Elena y Kova fueron a hacer una ruta por el parque natural, que es precioso y al llegar al refugio se habían sumado dos compañeras de Carlos, que había cogido un montón de setas, es un experto, y nos hizo unos robellons a la brasa riquísimos.
Sabarin es una cueva muy interesante, llena de formaciones y de bastante fácil progresión. Y al ser dos nada más la visita fue corta pero intensa, nos dió tiempo a ver todo lo planeado en unas 3 horas. En este caso solo tuvimos que hacer uso de una cuerda de 20 (p8) y otra de 60 (el p35 se puede hacer con una algo más corta), un desviador en la entrada y otro en la cabecera del p35 y 6 mosquetones. El resto está en fijo y no hacen falta chapas en ningún sitio (igual que Mamelons todo parabolt).
El primer p8 se instala en arboles y da acceso a la Sala dels Pastors cuyo deterioro o señales de presencia humana (ollín) no permite apreciar bien su belleza. Desde este nivel hay dos caminos para llegar a la Sala Joan Sabaté Gelado, nosotros optamos por el pozo de la Discordia que se trata de un cómodo p35 con dos fraccionamientos. Una vez descendido enseguida se llega al río del Sandwich tras bajar una pequeña rampa. Siguiendo su cauce se consigue acceder a la Sala Pili, la Sala de las Banderas y la Sala GEA. Se agradece mucho el balizamiento y que todo se conserve en buen estado para el disfrute de los visitantes.
En el camino de retorno decidimos adentrarnos en la zona más al norte de la cueva en la que actualmente continúan con trabajos de exploración desde el club de Tortosa. Desde el último fraccionamiento del P35 parte un pasamanos que nos lleva a unas fracturas meandriformes que desembocan en la sala del lago y la sala del vivac. Más allá empieza, digamos, la zona de exploración y no quisimos andar enredando.
Nuestro retorno al refugio no pudo ser más placentero. La temporada de setas había comenzado y pudimos disfrutar unos buenos rovellones.
Y por la tarde nos separamos que teníamos un largo viaje. Un fin de semana estupendo. Volveremos por la zona. Muchas gracias a los compañeros del Club Tortosa por el acogimiento, la gestión del albergue, el cuidado de las cuevas y… las setas!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario