Una pequeña descripción

El grupo de Espeleologia de Getafe se creo en el año 1989. Desde entonces seguimos reuniéndonos en un local del ayuntamiento situado en la C/Titulcia nº 12 bajo, todos los miércoles a partir de las 21:00 horas, te esperamos, ya que aún nos queda cuerda para rato.

sábado, 18 de noviembre de 2017

VISITA A LA CUEVA DE LA GANDARA

RECORRIDO HASTA LA SALA DEL ÁNGEL
LA GANDARA
Cantabria

Los intrépidos gandaleros

ACTIVIDAD:
 Boca de la Gándara hasta la sala del Ángel
FECHA: Sábado 18 de noviembre de 2017
LUGAR: la Gändara (Cantabria)

ASISTENTES: Cesar, Irene, Corte, Rua, Gustavo, Mario, Cristian y Marta

BREVE DESCRIPCIÓN:

¡Qué nervios!

Acabamos de aparcar la furgoneta junto a la carretera que va hacia el Puerto de Sía. Allí me voy a encontrar con mi primera cueva. Estoy entusiasmada pero también asustada.



Lo primero que hacemos es sacar las sacas para comenzar a equiparnos, de los nervios que tengo ni siquiera recuerdo cómo colocarme el arnés, y aún menos el orden “¿Va primero el croll? ¿O antes van los cabos?”. Madre mía, no hemos ni empezado y ya parece que se avecina el desastre.


Por fortuna mis compañeros están dispuestos a ayudarme en todo momento, dándome tranquilidad y confianza. No sé dónde iría sin ellos.



Por fin estamos preparados y, sin más dilación, nos dirigimos al camino de ascenso hacia la boca de La Gándara. La aventura nos espera.



Nada más llegar una fuerte corriente de aire nos da la bienvenida. La galería está llena de piedras sueltas, aunque gracias a las balizas colocadas en el suelo podemos seguir nuestro camino. Tras un rato nos encontramos con el Pozo del Oso, que esquivamos bordeándolo gracias a un pasamanos que se encuentra a nuestra izquierda. Avanzamos y pasamos por diferentes galerías como “Los Alisios” y “La Sala del Fisco”, llenas de Gours, estalagmitas y estalactitas; es apabullante la belleza de estas formaciones. La topografía es tan impresionante que apenas sé por dónde dirigirme, menos mal que estoy rodeada de profesionales, si no a estas alturas ya estaría perdida.

Estamos muy cerca de “Al Delator”, tengo curiosidad por llegar, son muchas las historias y anécdotas que se cuentan de las famosas gateras. Después de arrastrarme en zigzag durante casi un kilómetro cargando con las sacas, pensé que jamás volvería a ponerme en pie, menos mal que llevaba puestas unas buenas rodilleras.



Cuando llegamos al gran pozo de cuarenta metros de profundidad paramos a picar algo. Una alto en el camino necesario, sobre todo sabiendo a lo que me enfrentaría después.

Y es que nada más terminar de comer empiezan a instalar el pozo. Y de nuevo los nervios “¿Seré capaz de bajarlo?”, ¿y de volver a subir? Madre mía, soy una paquete”. Pero, ante mi sorpresa, consigo disfrutar mucho del descenso. 



Continuamos avanzando y encontramos un pasamanos descendente hasta llegar a la magnifica “Sala del Ángel”. No hay palabras para describir un sitio como ese: el sonido que provoca la caída del agua de la gran cascada, junto a la humedad en forma de niebla, hace que parezca que estoy viviendo dentro de un sueño.

Y entonces llega un momento mágico. Todos apagamos las luces, menos César que nos ilumina desde atrás. Y ante nosotros queda la cascada, en penumbra, con su divertido juego de luces, como si el momento fuera sacado de una buena película.

Es muy gratificante pertenecer a un club donde la gente tiene tanta pasión por la Espeleología, y que además te enseña desinteresadamente a descubrir este gran mundo oculto bajo tierra.


Muchas gracias por esta excepcional experiencia y por hacerme sentir como a una más dentro de esta gran familia.

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